Si tenemos de destacar un concepto que predomina en la obra de Jaci Molins, este es el encuentro. En primer lugar, su proceso creativo empieza cuando encuentra el material i los objetos que conforman la materia primera de sus piezas. El verbo encontrar es importante. Como ella misma dice, “no compro ninguno de los elementos que utilizo: ni los objetos, ni las maderas, ni los marcos; la única excepción son las pinturas y la cola de pegar”. La búsqueda de estos materiales proviene del deseo que le provocan los trastos y del instinto de acumular-los. Los caminos medio abandonados del pueblo, las casas de las abuelas, los restos del bricolaje o hasta los contenedores han convertido su taller en un museo de maravillas. Este primer encuentro de materiales sitúa la obra de Jaci en un arte vanguardia, caracterizado por la introducción de los objetos de la vida cotidiana dentro de la alta cultura –como un cepillo viejo y sucio en un marco dorado-.

 

 

El segundo encuentro se produce dentro del taller. Jaci juega a asociar, combinar, mover los elementos sobre un soporte reutilizado hasta que estos se encuentran y aparece la obra de arte. A menudo un objeto ha de esperar hasta encontrar su pareja sobre la mesa de operaciones: “paso por el taller y dejo que mi mirada encuentre un objeto que me llame la atención, quizás hace tiempo que espera a que yo le sitúe en una obra; entonces empiezo de una manera frenética a ir probando diferentes posibilidades”. A menudo las asociaciones entre objetos tienen un carácter formal. El parecido entre formas o la contraposición de texturas abre un universo estético a los materiales antiguos y para tirar. A veces las asociaciones tienen más a ver con la ironía i la poesía visual.

 

 

Por terminar, hay un tercer encuentro entre los objetos i el espectador. Las actuales obras de arte, creadas para ser contempladas, están formadas por objetos que han tenido una vida útil. En cada pieza hay los recortes de memoria de los antiguos usuarios. Pero el actual espectador tiene la posibilidad de contraponer la memoria del objeto con la suya propia lectura y poder entrar, de esta forma, al juego que Jaci nos propone a todos.

 

Òria Romaní

© Obres d'art - Jaci Molins

© Presentació - Òria Romaní

© Fotografies - Agustí de las Heras

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